PAÍSES BAJOS VII
Los molinos de Zaanse Shans y Zaandijk
A
cuarenta y cinco minutos en autobús desde Ámsterdam, se encuentran los pueblos
de Zaanse Shans y Zaankijk. El 391 que
parte de la misma estación central, después de atravesar el cinturón industrial
de Ámsterdam, nos deja en un complejo turístico en el que se concentran todas
las señas de identidad de Holanda: molinos, quesos, museos, canales y polder.
De esta visita lo más significativo son los molinos, visitarlos y saber un poco
su historia, lo demás está diseñado para que autobuses cargados de turistas,
este día mayoritariamente orientales, visiten en poco tiempo todo lo más representativo y además compren los recuerdos que necesiten llevar.
Ferry que transporta viajeros desde Zaanse a Zaandijk |
Los molinos se encuentra situados en
el canal que divide los dos pueblos, el acceso lo tienen por Zaanse Shans, por
lo que el beneficio turístico se lo lleva éste, Zaandijk al otro lado del canal
apenas tiene visitantes, así que un grupo de voluntarios, personas ya
jubiladas, se afanan en llevarlos a ver su pueblo. Para ello disponen de una
barca con capacidad para doce personas y con ella llevan viajeros desde Zaanse
hasta Zaandijk por el módico precio de un euro. Cuando estás en la barca, muy
amablemente, te explican que esta tarea la realizan de manera voluntaria, te
cuentan la historia de su pueblo y te dan un plano para que visites los lugares
más interesantes. Aunque el trayecto no es muy largo, la sensación al atravesar
el canal es muy agradable y conocer la labor que hacen estas personas resulta
gratificante y ejemplar.
Almacén de piedras calizas para fabricar pigmentos naturales |
Para explicar la historia de los
molinos hay que remontarse al siglo XVII cuando fueron erigidos la mayoría, de los casi mil molinos que había en la región de Zaan, en 1920 sólo quedaban cincuenta. Los
materiales utilizados para su construcción son la madera para las paredes y las
aspas, el carrizo seco para el techo y el lino para las velas. Antes de la
invención de la máquina de vapor, los molinos suministraban energía: unos molían cacahuete con el que
elaboraban aceite y la harina sobrante la utilizaban para el ganado; otros eran
usados para mover las máquinas de un aserradero, para moler el cacao en la
fábricas de chocolate o triturar las piedras calizas que se usaban para
elaborar pigmentos naturales. Se puede decir que los molinos fueron el germen
de la industria de los Países Bajos.
Molinos de Zaanse |
Vista de Zaandijk desde el ferry |
Zaanse Shans |
La mayoría de ellos se pueden
visitar y están en funcionamiento. Pudimos entrar en uno que molía cacahuetes.
En el interior un mundo de poleas, ruedas dentadas y engranajes mueven las
aspas que se orientan hacia el viento con una plataforma que hay en el tejado.
Una vez a la semana lo hacen funcionar y muelen semillas de cacahuete que convierten en aceite y luego venden como recuerdo. El aroma
de las semillas junto con la grasa que tiene la maquinaria y el olor a madera
vieja impregnan el ambiente y nos transportan a otra época.
Zaanse Shans |
Zaandijk Fotos: José A. Cortés |
La asociación "De Zaansche Molen" creada en 1925, se encarga de que los molinos no
desaparezcan, de hecho uno de ellos fue trasladado hasta Zaanse Sans porque en
el lugar donde originariamente estaba se iba a urbanizar. Esta asociación gestiona
las visitas de la mayoría de ellos y los mantiene en buen estado, además tienen
un museo del molino en el que se explica toda la historia.
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