DE TORRE EN TORRE

Fotos: J.A. Cortés

   Un día iluminado por la luz del viento del norte nos dejamos llevar por los senderos y miradores que nos encontramos en la carretera que transcurre entre Nerja y la Herradura. Los acantilados se van sucediendo salpicados de pequeñas calas y vigilados por torres ancestrales que a pesar del tiempo permanecen de pie.

  La Torre de Maro nos ofrece la primera visión de este paraje tan agreste, aunque muy modificado por la acción humana.

   

  Desde la torre Caleta la visión del mar en calma nos lleva a fijar nuestra vista en como dos alcatraces pescaban. Cuando la mañana se acercó al mediodía el viento se hizo presente y había mar de fondo. El agua estaba turbia y los alcatraces daban vueltas y vueltas para hincar el pico en el lomo de algún pez.