LOS TEJOS Y LAS TEJAS DE LA SIERRA DE LAS NIEVES
El objetivo de este viaje era hacer un censo de los tejos existentes en
uno de los rincones de la Sierra de las Nieves. Un grupo de quince personas
divididas en tres equipos nos dispusimos a realizar esa tarea, equipados con un
gps, un bloc de notas, una cinta métrica y una cámara. Había que medir las
coordenadas de situación, la altura, el diámetro y por último fotografiarlo.
Teníamos delante una ladera con un desnivel de unos cincuenta metros que
tuvimos que subir y bajar a la búsqueda del tejo a censar. La ausencia de
veredas nos obligó a transitar por medio del tapiz verde que han formado las sabinas
rastreras y los piornos.
Al tiempo que se hacía el censo, cada experto aportaba información sobre
la especie de manera que al final del día el tejo no era un árbol cualquiera
sino otro muy especial.
El tejo es un árbol, cuyo nombre
científico es Taxus baccata, tiene la particularidad de que existen árboles
masculinos (tejos) y femeninos (tejas). Hubo un tiempo en que en las sierras de
Málaga era bastante abundante, de hecho uno de los parques naturales más
importantes es Sierra de Tejeda, Alhama y Almijara.
La distribución de este árbol en el
sur de Europa es un reducto de la flora existentes en el último periodo de
glaciaciones, cuando todo el norte de Europa se encontraba ocupado por los
hielos, en el sur existían bosques de tejos, abedules y otros árboles que en la
actualidad son más escasos y en cambio son más abundantes en la Europa central
y del norte. Se dice que la población de tejos existentes en la Península
Ibérica es genéticamente más pura que las demás porque es de donde partieron
las familias que se desarrollaron en otros lugares de Europa.
Una de sus características es su
lento crecimiento y su longevidad. Un árbol joven puede crecer entre veinte y
treinta centímetros y uno viejo puede estancar su crecimiento.
Sus hojas, ramas y su madera poseen
un alcaloide muy tóxico, la taxina, que puede llegar a ser mortal. En cambio su
madera es muy apreciada en ebanistería y para la construcción de cercas pues es
muy resistente a la intemperie. En la antigüedad, su flexibilidad hacía que fuera
la madera más valorada para fabricar arcos y ballestas. El nombre de Alcaucín,
pueblo situado en el Parque Natural de Sierra Tejeda, proviene del árabe
al-quawsin y significa “Los Arcos”, posiblemente en él se construyeran arcos
con la madera de los tejos existentes en la sierra.
El
tejo es uno de los árboles más legendarios, su longevidad es motivo de que haya
sido adoptado como símbolo de vida eterna, de ahí que lo podamos encontrar en
cementerios y lugares emblemáticos para una comunidad. Sus ramas y hojas han
sido testigos de importantes acontecimientos en cada uno de los lugares donde
ha sido plantado.”
En total se censaron más de sesenta y cuatro ejemplares, de los casi doscientas que hay dispersos por toda la sierra.
Algunos de ellos son centenarios, pero pasan desapercibidos al estar escondidos
en los rincones más inaccesibles y húmedos de la montaña. Quedó constancia de
que uno sólo de los tejos censados era hembra.
Comentarios