LA RUTA DEL TREN MINERO DE LA SIERRA NORTE DE SEVILLA


El poblado minero del Cerro de Hierro

En el corazón de la Sierra Norte de Sevilla existe un lugar en el que hasta hace pocos años unos centenares de hombres se afanaban por sacar de las entrañas de la tierra mineral de hierro, aunque se venía haciendo desde la antigüedad, será a finales del siglo XIX cuando la explotación minera deje la huella que aún permanece en su paisaje.

Casas de los ingleses
Por estas fechas una compañía escocesa era la que explotaba el yacimiento, la Wiliam Baird Minig and Co. Lrd. Comenzó su actividad en 1895, dos años antes había construido el pueblo donde se alojarían los mineros, las casas en las que vivirían los ingenieros y una iglesia anglicana en la que poder ejercer los oficios religiosos. No destaca ninguna iglesia católica en las inmediaciones por lo que se puede deducir que los trabajadores que hubiera no anglicanos, no profesaban ninguna religión con especial celo.

Iglesia anglicana
Este lugar, llamado Cerro del Hierro, invita a varias reflexiones, una, sobre la desigualdad social, la eterna dicotomía de privilegiados y no privilegiados que parece una realidad del Antiguo Régimen, pero que sigue vigente en pleno siglo XXI. En el poblado del Cerro del Hierro, mientras los trabajadores habitaban en casas pequeñas, adosadas  y cerca del lugar de trabajo, los ingenieros construyeron las suyas, unifamiliares con jardín,  en un montículo alejado del foco minero.
Por otro lado, el paisaje, por efecto de la intensa explotación minera llevada a cabo a lo largo de siglos, ha pasado de ser un macizo calcáreo, similar al Torcal de Antequera, a un conjunto en el que predomina el color rojizo del hierro y los distintos óxidos que se han formado, las plantas, bien alimentadas por el hierro que hay en el suelo, crecen frondosas y con una floración intensa en color.

Macizo calcáreo
En sus mejores tiempos, este poblado minero adscrito al municipio de S. Nicolás del Puerto, contó con casi 1.200 habitantes. La compañía minera acuñó su propia moneda con la que pagaba a los trabajadores y  tenían su economato en el que comprar, por lo que todo “el beneficio se quedaba en casa”.
Se construyó una línea férrea de quince kilómetros para transportar el mineral hasta la estación de Cazalla para luego ser llevado hasta  el puerto de Sevilla. El tren, que hacía a diario este trayecto, conectaba el mundo del poblado con el exterior.
 Paseando por la ruta, que antiguamente hacía este tren, no es difícil imaginar su silueta avanzando entre la sierra 
Vía del tren minero
Su conductor, atento a cualquier posible incidente, de vez en cuando se pararía a quitar las ramas o piedras caídas en la vía; saludaría a los inquilinos de las casas que jalonan  el trayecto, algunos, como el encargado del telégrafo, le daría avisos importantes a tener en cuenta en su recorrido y otros como el encargado del mantenimiento, le saludaría para confirmar el buen estado de la línea férrea. Bajaba cargado de hierro y subía con las vagonetas vacías, pero, es posible, que lleno de encargos y recados para sus vecinos.  


S. Nicolás del Puerto.

S. Nicolás del Puerto
            Bajando desde el Cerro del Hierro, por la ruta del tren minero, nos encontramos con S. Nicolás del Puerto, un pueblo de apenas setecientos habitantes que guarda en su interior tesoros naturales y culturales. Entre los tesoros naturales destacan el nacimiento y las cascadas del río Hueznar. El nacimiento está a pocos metros del centro urbano y es un remanso de frescura y paz, varios arroyos confluyen en este paraje, en el recodo que hace uno de ellos, mana el agua a borbotones y da vida al río Hueznar, que  acompaña a la vía verde en todo el recorrido; las cascadas situadas a dos kilómetros del pueblo, son saltos de agua originados por una falla. La brusquedad de estos saltos contrasta con el tranquilo discurrir de las aguas durante el resto del curso fluvial, escoltado en todo momento por un bosque de galería precioso. Cerca de la vía, en distintos tramos,  a pocos metros del río se pueden ver los mejores ejemplares de fresnos que hayamos visto nunca.

Playa fluvial en S. Nicolás del Puerto
      
   El río Galindón, que vierte sus aguas en el Hueznar,  a su paso por S. Nicolás del Puerto ha sido acondicionado como playa fluvial. Una exclusa retiene el agua y forma una laguna acondicionada para el baño durante el verano.
            Por otro lado decir que en este pueblo nació Fray Diego de S. Nicolás, llamado Fray Diego de Alcalá. Fue un fraile franciscano muy famoso en su época, canonizado en el siglo XVI, la ciudad de S. Diego en California debe su nombre a este santo.

         

Campo de Girasoles en las llanuras previas a la sierra

Fotos: J. A. Cortés










Río Hueznar

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