Pasado y futuro, dos tiempos a conjugar

Suelo cubierto de pinocha       La Palma es uno de los lugares del mundo con más actividad volcánica, por lo que hacer una ruta para descubrir los vestigios que ha dejado en la isla es imprescindible.     Esta ruta se encuentra en el Paraje   Natural Cumbre Vieja en la parte sur de la isla. Se inicia en el área de descanso El Pilar y llega hasta el pueblo de los Canarios donde se encuentran las salinas de Fuencaliente. Es dura de hacer por lo larga y por el itinerario ascendente en todo momento, pero lo insólito del paisaje y la espectacularidad de los cráteres o agujeros negros hacen olvidar la dureza de su recorrido.    A lo largo del camino  se van sucediendo, unos más impresionantes que otros, pero en cualquier caso sobrecogedores. En el llamado alto de Birigoyo se pueden ver algunos y en el Hoyo Negro y Nambroque quedan vestigios de la erupción ocurrida en 1949.      El camino transcurre por medio de un bosque de pino canario bajo un suelo negro de lava que en algunos c

Balcones mirando al mar La capital es una ciudad pequeña articulada en torno al puerto. Hasta el siglo XVII  Sta. Cruz fue un centro comercial tan importante como Sevilla por lo que comerciantes de distintas nacionalidades se instalaron en ella. Dionisio O`Daly de origen irlandés fue uno de ellos que además promovió una iniciativa para que el Regidor de la ciudad fuera elegido por sufragio popular. Esta idea tuvo   la aprobación de la Corona de Castilla, por lo que en 1773 se eligieron por sufragio popular a los regidores. De ahí que la principal calle de la ciudad lleve su nombre.     Esta calle es la arteria principal en la que se encuentran las principales casas nobles y el edificio del Ayuntamiento. Cara al mar las casas más antiguas lucen unas balconadas de madera, una muestra de la arquitectura colonial .  En el siglo XVI estuvieron a punto de ser derribadas por orden de Felipe II, pero el barco que transportaba la orden naufragó y la orden nunca llegó, por lo que los is

       Situados en un cañón de piedras rojas, en el que los pinos cubren el valle que forman las paredes de roca.      Comenzamos en el salto del Cabrerizo, un mirador que nos enseña el valle en el que la piedra roja y los pinos forman una unidad paisajista singular. Para seguir la ruta de las pinturas rupestres hay que descender 250 metros hasta el fondo del cañón y hacer la ruta que comienza en el abrigo del Cabrerizo y continúa hasta el área recreativa de El Navazo donde se ubican una serie de pinturas bien señalizadas: dos en el Paraje del tío Campano y otras dos en el abrigo de Los Cazadores. La más espectacular y naturalista es una de las que se encuentra en el Paraje del tío Campano formada por un friso de dibujos de uros, ciervos y caballos tan bonitos y naturales como puedan ser los bisontes de Altamira.

 Fotos: José A. Cortés        Sendero que parte del Centro de Interpretación de Dornaque. En principio transcurre plácidamente por la orilla de un arroyo. De vez en cuando paredes rojas, pobladas de hiedra o arbustos salían a nuestro encuentro. Al llegar a las Tajadas pudimos ver cuatro abrigos con pinturas, uno de ellos muy bonito representaba una escena de una cierva bebiendo agua y otra como si saliera del río. La subida a la Peña de Hierro es dura porque el camino transcurre   por medio de un maremágnum de rocas caídas, aunque de una belleza salvaje. Lleno de rincones únicos y sobrecogedores al transcurrir entre   entrantes y salientes de las rocas, piedras que en algún momento de la historia se han desprendido de la pared en la que estaban sujetas y han rodado ladera abajo hasta encontrar un rincón en el que detenerse. La Peña de Hierro es una meseta desde la que se divisa   el valle que hemos recorrido. Tres colores predominan formando una unid

Iglesia parroquial          Aldeaquema , situada en el corazón del Parque Natural de Despeñaperros , está situada en   un pequeño valle que forma el río Guarrizas. Rodeada de montañas de poca altura, pero cubiertas de un espeso bosque mediterráneo compuesto por encinas, alconorque, sabinas, madroños y lentiscos; todos ellos acompañados por un bonito sotobosque formado por jaras de distintas especies.   Veintidos kilómetros de bosque mediterráneo nos acompañan desde la salida de la nacional IV hasta el pueblo.Un pueblo   difícil de definir como andaluz, porque en sus orígenes su población estaba compuesta por colonos de países centroeuropeos que se instalaron en Sierra Morena en tiempos de Carlos III y   en la actualidad su mejor vía de comunicación está dirigida hacia Castilla La Mancha.  Ayuntamiento, antiguo pósito             En cualquier caso, en las inmediaciones de Aldeaquemada Sierra Morena se fractura en grandes bloques escalonados   propiciando lugares tan bonitos

 Barranco de los Burros             En el siglo I a. d. C. los romanos construyeron un acueducto desde Albarracín hasta Cella.   La idea era captar agua del río Guadalivar para llevarla hasta la ciudad de Cella, 25 kms. de canalización excavada en la roca, que a veces transcurre a cielo abierto y otras por túneles.          Las obras se comenzaron en distintos puntos a la vez para luego confluir. Un trabajo arduo que aún perdura y que se puede visitar en algunos tramos, concretamente en ocho. Empezando por Albarracín en la carretera que va hasta Gea se pueden ver cuatro. Visitamos dos, el más largo y vistoso es el de El Barranco de los Burros.             Los tramos que transcurren por túneles tienen una serie de ventanas que dan luz y que servían de respiraderos para los trabajadores además ser utilizados para arrojar el escombro formado al picar la roca.         Viendo esta infraestructura nos podemos dar cuenta del nivel profesional que alcanzaron los ingenieros rom

La cascada de la Batida Fotos: José A. Cortés Sendero del Barranco de la Hoz     La carretera que nos lleva hasta el pueblo de Calomarde se abre paso entre cortados y peñas en las que los alimoches y buitres encuentran un lugar, lejos del mundanal ruido, para hacer la crianza de sus polluelos.     Antes de llegar al pueblo, la cascada de la Batida lanza con desdén la manta de agua que trae el río y se precipita en un desnivel del terreno. Cerca, un molino viejo abandonado apenas sostiene sus ruinosas paredes y el río poco a poco va recobrando la calma.     El sendero del barranco de la hoz está a la salida del pueblo, siguiendo el curso del río Blanco, afluente del Guadalivar. Comienza con un paseo tranquilo amueblado con bancos y mesas donde sentarse y disfrutar del paisaje. Según nos adentramos,  el sendero  a veces, transcurre cerca del río y otras se aleja subiendo por los cantiles que a los largo de años ha ido excavando.  El río se muestra caprichoso en s

Plaza Mayor    A mitad de camino, la carretera que nos lleva hasta Albarracín se vuelve espectacular al ir estrechándose el camino y formarse un gran cañón horadado por el río Guadalivar. Altas paredes de roca a veces roja y otras amarilla vigilan el discurrir que nos lleva hasta el pueblo, al que se entra a través de un túnel.      Encaramadas en el barranco, las casas se van asentado en los salientes y repisas de la roca. Desde abajo sobresale la catedral, el castillo y la muralla que defendía la ciudad por el norte. Balconadas de madera, plazas y calles en las que perderse para luego aparecer en la plaza Mayor.     Desde hace veinticinco años, la Fundación Sta. María; compuesta por el gobierno de Aragón, el ayuntamiento de Albarracín, el Obispado e Ibercaja; ha cuidado la rehabilitación de este pueblo que se caía a trozos y que gracias a esta iniciativa se ha salvado de la ruina y ha impulsado el desarrollo de toda la comarca. Pues no solo se han rehabilitado los edificio

  Pensábamos, que ya entrada la primavera, aunque con pocos días de existencia, la península Ibérica estaría rebosante de vida y la luz y la calidez del sol nos acompañaría en nuestro viaje hasta Bronchales.   Nada más lejos de la realidad, el viento fue nuestro fiel compañero y aunque la temperatura no fue excesivamente alta, la frialdad que arrastraba el viento hacía que pareciera más baja. Ya en el último tramo de nuestro viaje, la lluvia y la nieve   lo acompañaron.                   El trayecto hasta Bronchales serpentea por infinidad de carreteras secundarias que en algunos casos rodea la Serranía de Cuenca y en otros las estribaciones de los Montes Universales. Tragacete, Royuela, El Vallecillo son algunos de los pueblos que forman la comarca de la Sierra de Albarracín.  Desde el desvío que se toma para el pueblo deshabitado de Cagriñal, las laderas de los montes se tornan de color rojizo, son los bosques de boj que aún no han echado los brotes nuevos y que dan a  estos

 Una de las rutas senderistas más bonitas de Andalucía, sin duda, es la que transcurre por el pinsapar que hay en la sierra de Grazalema.  Se puede iniciar en el término de Grazalema y terminar en Benamahoma o al revés. La travesía de este hermoso bosque necesita al menos dos horas para disfrutar de cada rincón y disfrutar del microclima que posee. Tuve la suerte de poder hacerla desde Grazalema y no tener que volver  al punto de partida por lo que pudimos disfrutar de la caminata de manera plácida y tranquila. El comienzo es una pendiente de casi cuatrocientos metros que hay que subir si queremos disfrutar de la siguiente fase. Hasta llegar al collado de las Cumbres,  los pinos de repoblación plantados para sujetar el terreno nos acompañan.  El collado de las Cumbres sirve de divisoria entre las vertientes norte y  sur.  A partir de ahí, el camino transcurre suave por una ladera agreste hasta llegar a la ladera del pinsapar.  Comienza el bosque con árboles jóvenes   y poco a po

      A caballo entre dos provincias, Córdoba y Jaén, Porcuna se sitúa en un promontorio desde el que se domina la campiña jienense. Como una isla en un mar de olivos, esta villa con categoría de ciudad distribuye a sus habitantes en la ladera de una colina. Su urbanismo se vertebra a partir de la calle Carrera de Jesús. Restaurantes, hoteles y tiendas de todo tipo se concentran en ella y siguiéndola llegamos hasta la plaza de Andalucía, donde el antiguo pósito se ha convertido en   Ayuntamiento  y la iglesia parroquial retando a la ley de Memoria Histórica aún conserva en su fachada los nombres de los vecinos muertos en la Guerra Civil en el bando nacional. Casa de Piedra     La casa de Piedra es el fruto de la constancia y el tesón de un artesano de la piedra, Antonio Aguilera. la inició en 1931 y la terminó en 1960. Durante treinta años construyó esta mansión, piedra a piedra con la única ayuda de una mula.     En el jardín destaca una mesa  construida de una sola