Fotos: J.A. Cortés
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Casas colgadas |
Cuenca es una pequeña ciudad con apenas cincuenta mil habitantes donde la tranquilidad se respira en cada uno de sus rincones.
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Entrada al casco viejo |
El acceso al casco viejo se puede hacer a través de un puente de hierro que atraviesa el cañón que el río Huécar forma a su paso por la ciudad. Desde este lugar se tienen las mejores vistas de las casas colgadas. La ciudadela está encaramada en la cumbre de una meseta que han labrado los dos ríos que la rodean: el Júcar y el Huecar. Según te asomas a la derecha o a la izquierda, los miradores nos muestran un trozo de la hoz que forman un río u otro.
En lo más alto de la meseta nos encontramos con la catedral, un templo que en su origen fue construido al estilo gótico francés y que su estado actual es debido a una reconstrucción realizada a principios del siglo XX. Un rosetón central ilumina la nave central, mientras en las naves laterales las cúpulas nervadas se cruzan unas con otras. La plaza en la que se encuentra la catedral está rodeada de casas de múltiples colores tan características de esta ciudad.
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Casas con las fachadas de colores en la plaza de la catedral |
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Hoz que forma el río Huécar a su paso por Cuenca |
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