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Estrella de David,, escudo de la abadía |
Corrían los años finales del
siglo XVI, la sombra de la Inquisición planeaba por todas las ciudades
españolas y con más razón en Granada dónde la comunidad morisca estaba bajo
continua sospecha de herejía. En este contexto religioso un buscador de tesoros
se encontró unas láminas de plomo escritas en árabe y latín en unas cuevas del
monte Valpariso.
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Entrada a la abadía |
En total se hallaron 233 láminas
que se agruparon en 22 libros, en ellas se describía el martirio de S. Tesifón,
de S. Cecilio y S. Hiscio.
El arzobispo de Granada de la época,
Pedro de Castro, dio por buenos los libros encontrados y se convirtió en el primer defensor de las
reliquias, en esas fechas estaba en cuestión la virginidad de María y los
textos y las reliquias descubiertas en
Granada favorecieron que ese dogma fuera aceptado por la Iglesia. Años más tarde se demostró que los libros
plúmbeos eran falsos, pero el arzobispo Pedro de Castro no lo admitió y
persiguió a todos los que denunciaron su falsedad. Nada impidió que en 1600 se empezara a
construir una colegiata en el monte Valparaíso, que éste pasara a llamarse
Sacromonte y que se estableciera una fundación cuyo patrón mayor fue el rey.
La construcción de la abadía del
Sacromonte y los edificios adyacentes duró hasta el siglo XIX. Contaba con 20
canónigos. Se fundó en ella el primer colegio privado de España que luego dio
lugar a una Universidad privada en la que se estudiaba derecho, filosofía y
teología. Se adoptó la estrella de David como escudo de la abadía, pues
simbolizaba la sabiduría.
Las cuevas donde se encontraron
los libros tomaron la categoría de catacumbas, se empezaron a organizar
peregrinaciones a pesar de que desde el principio se sabía que los libros eran falsos nadie cuestionó ni cuestiona el patronazgo de S. Cecilio para la
ciudad de Granada.
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Claustro |
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Claustro de la Abadía |
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Claustro |
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Suelo del claustro |
Fotos: J. A. Cortés
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