Pasado y futuro, dos tiempos a conjugar

Desde que se realizaron las primeras excavaciones en la ciudad palatina, los arqueólogos directores de dichos trabajos tuvieron claro que todos los hallazgos tenían que formar parte de un museo propio. Por ello, cuando hubo medios económicos para llevarlo a cabo, se construyó y la verdad es que con un muy buen acierto. El museo muestra la vida en Madinat-Alzahara a través de la cerámica utilizada por cada grupo social en su vida cotidiana; las monedas acuñadas y algunos de los atauriques que decoraban las paredes de las viviendas. Un detalle novedoso es que a través de un pasillo galería se puede ver el lugar donde se almacenan las piezas que no son expuestas. Capiteles  Cerámica  popular Monedas, Córdoba tenía Ceca  que le permitía acuñar moneda Las monedas eran de un sólo valor  y para pagar menos cantidad se partía por la mitad o en cuatro partes. Cerámica popular Ventana

Río Velillos  Fotos: Jose A. Cortés Bosque de galería en la ribera del río       Si buscamos en el diccionario la palabra gollizno, nos dirá que no existe y si te encuentras algún lugareño y le preguntas: ¿Qué es el gollizno? Él te responderá: “Pues eso, lo que hemos pasado desde un poco más abajo hasta aquí, eso es el gollizno”. Total nada, la ruta, que tiene un nombre tan local que ni los nativos saben lo que es.               Pasarela que atraviesa el río y que da acceso al desfiladero               En esencia, este camino pone en comunicación Moclín con uno de sus anejos, Olivares, pero llevándonos por puentes y pasarelas que el Ayuntamiento ha tenido a bien construir para deleite de senderistas. El comienzo de la ruta transcurre por un bosque de galería que guarda las aguas del río Velillos para que no se desborden en exceso; continúa por una pasarela, construida para salvar el desfiladero que se inicia en la Cueva de las Paloma

río Gualdaquivir                             He tenido la oportunidad de visitar Madinat-Azhara y ser guiada por Antonio Vallejo Triano, ex-director de dicho conjunto arqueológico, que me transmitió el entusiasmo y la curiosidad por volver a leer el libro de Antonio Muñoz Molina, Córdoba de los Omeyas. La fascinación que sentí por lo escuchado y visto en la ciudad, ha durado un par de semanas hasta que la curiosidad e inquietud dejó paso al reposo y la calma para poder escribir estas palabras, que como siempre no reflejan la intensidad de lo vivido. Vista de la campiña cordobesa desde Madinat-Zahara Vista de Madinat-Azhara   Seis kilómetros, aproximadamente, dista Madinat-Alzhara de Córdoba. Distancia que en la Córdoba Omeya, estaba jalonada por los soldados de la guardia califal   que cómo árboles que jalonan un camino, escoltaban a embajadores y visitantes hasta el corazón de la ciudad palatina. Construida por el califa más poderoso que tuvo Al-A