Vannes es la ciudad más
importante del golfo de Morbihan en la Bretaña francesa. Su casco histórico se rodea de murallas por
una parte y por la otra las murallas han desaparecido y han dado lugar a largas
y amplias avenidas que son la las arterias principales de la Vannes moderna.
Un pequeño puerto deportivo hace llegar el mar hasta la misma puerta de
la muralla de acceso al casco histórico, el paseo por él nos mostrará sus
calles estrechas e irregulares, que a veces se ensanchan para formar una
pequeña plaza en la que poder admirar sus casas con el entramado de madera en
sus fachadas.
En la actualidad hay unas 170 casas censadas. Todas ellas tienen la
madera pintada de vivos colores y unos voladizos que ampliaban la superficie
habitable y evitaba pagar más impuestos porque éstos se pagaban en función del
suelo ocupado. Los voladizos estaban muy próximos entre si y favorecían la
propagación del fuego, por lo que en algunos lugares entre casa y casa hay unas
columnas de piedra separando las fachadas.
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