LA ERMITA DE S. VICENTE DE GUADALCANAL
Mientras
tomaba café en la plaza principal de Guadalcanal ojeaba con curiosidad los
edificios importantes que se ubicaban en ella: Frente a mí, la Iglesia
Parroquial de la Asunción; al lado, el
Ayuntamiento; en uno de los extremos la Casa de los Monteros, antigua posada, reformada y convertida en restaurante y en el lado opuesto una pequeña iglesia, que desafiando la lógica,
estaba ocupada por la Peña Bética de Guadalcanal.
Al
ver este sinsentido me atreví a dirigirme a la encargada y preguntarle cómo era
posible que una peña futbolística tuviera su sede en una iglesia. Esta señora
no sabía la historia del porqué, así que me presentó al Concejal de Turismo de
la ciudad y muy amablemente me desgranó la historia:
Ermita de S. Vicente. Siglo XVIII |
Sala en la que los aficionados del Betis de Guadalcanal ven los partidos de fútbol de su equipo |
Al parecer,
durante la Transición la Iglesia de despojó de parte de su patrimonio en
Guadalcanal y vendió conventos e iglesias a particulares. De esta manera la
Ermita de S. Vicente, construida durante el siglo XVIII, fue comprada por
Antonio Osorio que la dedicó a sala de juego. Más tarde se instaló la peña
bética y así es como la nave principal
de la ermita se ha convertido en la sala en la que los aficionados del Betis
ven los partidos de fútbol mientras se
toman un café o una cerveza.
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