
A caballo entre dos provincias, Córdoba y Jaén, Porcuna se sitúa en un
promontorio desde el que se domina la campiña jienense. Como una isla en un mar
de olivos, esta villa con categoría de ciudad distribuye a sus habitantes en la
ladera de una colina. Su urbanismo se vertebra a partir de la calle Carrera de
Jesús. Restaurantes, hoteles y tiendas de todo tipo se concentran en ella y
siguiéndola llegamos hasta la plaza de Andalucía, donde el antiguo pósito se ha
convertido en Ayuntamiento y la iglesia parroquial retando a la ley de
Memoria Histórica aún conserva en su fachada los nombres de los vecinos muertos
en la Guerra Civil en el bando nacional.
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Casa de Piedra |
La casa de Piedra es el fruto de la constancia y el tesón de un artesano de la piedra, Antonio Aguilera. la inició en 1931 y la terminó en 1960.
Durante treinta años construyó esta mansión, piedra a piedra con la única ayuda de una mula.
En el jardín destaca una mesa construida de una sola pieza y que mide diecisiete metros de largo por dos de ancho.
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Torre de Boabdil |
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Arco de entrada a la plaza de la Constitución |
La torre de Boabdil alberga en la actualidad el Museo Arqueológico. Su nombre se debe a que Boabdil estuvo prisionero en esta torre cuando fue capturado en la batalla de Lucena.
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Ayuntamiento, en otro tiempo pósito |
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Olivos |
En época de recogida de aceituna, más de tres mil jornaleros
venidos de distintos lugares del mundo, se reparten por los campos para recoger
el fruto maduro del mar de olivos que rodea la ciudad. Al atardecer un ir y
venir bullicioso de
tractores y
vehículos todo terreno llena de vida los caminos y la ciudad se llena
de jornaleros que hacen la compra, se toman una cerveza o simplemente regresan
a su residencia.
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