PAISES BAJOS IV: AMSTERDAM
El Voldenpark: Un día caluroso
como el que nos tocó vivir en nuestra segunda visita a la capital tiene que
terminar irremediablemente sesteando en el césped a la orilla de un pequeño
lago de los muchos que tiene el Voldenpark


Los coffee shops: Junto con el
Barrio Rojo, los coffee shops son otro de los atractivos turísticos. En los
Países Bajos está permitida la venta de cinco gramos de marihuana por persona y
día a los mayores de edad. La venta y el consumo se suele hacer en estos
establecimientos que además de varios tipos de cannabis, en su carta ofrecen
bebidas como café, té o zumos de frutas naturales. No es compatible la venta de
alcohol con la de cannabis.
Los museos en Ámsterdam:
Ámsterdam es una ciudad con una oferta cultural inmensa, tiene más de
cincuenta museos de todos los temas posibles y en cada uno de ellos se desgrana
un trozo de la historia y del arte de este país, el Van Gogh, Rijksmuseum, el
de Ana Frank, Rembrandt, Nemo, museo de la ciencia…
En nuestra segunda visita a la ciudad
nos propusimos ver uno de ellos, el Rijdsmuseum, ver más de uno en un día puede
ser contraproducente. Pudimos certificar que realmente el más visitado es el de
Van Gogh, pues la fila para entrar rodeaba dos veces el edificio.

Todos los pintores del siglo XVII
están presentes con una o varias obras. La sala más atractiva y la que
concentra más público es la de Rembrandt y Veermer. De Rembrandt podemos
admirar “La ronda de la noche”, “El síndico de los pañeros” entre otros. Estos
destacan por su tamaño y por ser auténticos retratos de la época. Se puede una
quedar mirándolos horas y horas porque siempre encontraremos detalles en los
que antes no hemos reparado. Veermer está presente con “La mujer leyendo una
carta” y “La lechera”.
El imperio naval que se gestó durante el siglo XVII se nos muestra a
través de varias salas en las que se exhiben los distintos barcos que
utilizaban la flota holandesa en sus viajes por el mundo y los instrumentos
utilizados para la navegación.
Como fruto de las relaciones comerciales que mantuvieron con países como
Indonesia, el museo dedica varias estancias al arte indígena de los pueblos con
los que comerciaron. Destaca, sobre todo, las que dedica a la isla de Java, en
ella se exhiben retratos de los caudillos indígenas emulando los retratos de
los burgomaestres del siglo XVII gobernantes de las ciudades más importantes.
Por último la visita a la biblioteca del museo nos transporta a finales
del siglo XIX, paredes cubiertas de libros encuadernados en el mismo color y
cuidadosamente colocados no nos dejan indiferentes y más en nuestros días en
los que una biblioteca entera puede caber en un lápiz de memoria.
El museo de la ciencia, llamado Nemo, aunque no lo pudimos visitar está
muy presente en la ciudad, pues su diseño arquitectónico semejante a un gran
trasatlántico a la orilla del mar se divisa desde cualquier lugar de la ciudad.
Fotos: J.A. Cortés y José B. Cortés
Fotos: J.A. Cortés y José B. Cortés
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